Este blog, es un pequeño homenaje a todas aquellas personas que han hecho posible el futbol en nuestro pueblo.Por los que no estais, y por los que luchais ahora por el. GRACIAS por alimentar nuestra ilusion y nuestros sueños. Nunca caminareis solos
C.D Fabero la historia continua........

martes, 21 de octubre de 2008

sábado, 6 de septiembre de 2008

Primer partido de liga

C.D. NARAYA DE HALTEROFILIA 1
C.D. FABERO 3

Lucas, Jairo y Ventola los goleadores rojillos.


Este año toda la información del CD FABERO la podras encontrar en CDFABERO.ES.TL . Si quereis opinar de cualquier tema entra en nuestros foros pinchando AQUI

MUCHA SUERTE A TODOS NUESTROS EQUIPOS

lunes, 30 de junio de 2008

Seductores de Europ


El mundo encaja. Vence España. Gana el fútbol. Léanlo despacio: somos campeones de Europa. Ayer, cuando Casillas izó el trofeo, levantamos la Copa que siempre sostenían otros. Esta vez el confeti era nuestro, los besos nuestros, nuestro el champán y las banderas. Ya no hay miedo, ni hay complejos. Anoche aprobamos la última asignatura pendiente de la historia moderna del deporte español. El fútbol, nuestro fútbol absoluto, ya está en el lugar que se merece.

No nos queda ni un fantasma. Pasamos de cuartos contra Italia, y matamos dos, superamos las semifinales contra Rusia, y fulminamos otro par, y hemos vencido a Alemania en la final, derrotando a los demonios que existen y a los que imaginábamos. Ya no hay ogros ni supersticiones. Se puede ser favorito y ganar, se puede jugar al balón y vivir, se puede ser pequeño y ser grande.

Esta historia está bien escrita, por los chicos y por el viejo, por este país que necesitaba una alegría en la que coincidieran, por fin, 46 millones de españoles. Somos así, estamos cargados de virtudes y habrá que admitir que tenemos algunos defectos, somos un pueblo que progresa al ritmo de la modernidad, una sociedad abierta, pero en última instancia, despojados del frac del protocolo, nos une el fútbol y la Eurovisión, nos levanta el juego y nos abrazan los concursos, la competencia, el torneo que expone nuestra fragilidad y nuestra fortaleza. Somos así, necesitamos una razón para lo que otros sólo requieren un himno, una bandera o un valle. Ya la tenemos, porque somos, lo recuerdo, campeones de Europa.

Valientes.
Trato de ordenar los acontecimientos y ahora me vienen a la memoria los últimos minutos, el reloj que se atascaba como si le hiciera falta esculpir cada cifra. Ni siquiera entonces España renunció al balón. Ni siquiera en ese trance agónico hubo un gesto que tuviera como objetivo perder el tiempo. Nadie se refugió en un córner, ni hubo pases a Casillas, ni balones al cielo, yo no los vi.

Al contrario, en ese callejón donde otros hubieran especulado y además hubieran pasado inadvertidos, nuestros futbolistas se lanzaron a por el segundo gol, generosos e inconscientes, apasionados. En ese instante, a cinco minutos de proclamarnos campeones, les llamamos locos, lo confieso, y les gritamos el catálogo de los trucos que hemos visto y sufrido. Tirarse, fingir, pinchar la pelota, esconderla, protestar. Fue inútil.

No es sólo que seamos campeones, es que somos distintos. Es que de la mano de estos chicos y su entrenador el espejo nos devuelve una imagen hermosa y ejemplar. Somos un campeón que rescata a un país, pero también a un deporte. Quizá desde que Brasil ganó el lejano Mundial de 1970 ninguna selección había logrado un título apostando por un fútbol tan puro, tan artístico, tan liberado de miserias. Quien lo intentó murió en la última orilla, reforzando el argumento de los sesudos estrategas, de los constructores de fortalezas. El mundo del fútbol es un poco mejor ahora.

Escucho que no sufrimos en la final, pero hemos pasado demasiados años sufriendo como para superarlo de pronto. Ahora se nos traspapela que los diez primeros minutos fueron un vendaval alemán. Tocaban ellos, empujaban, llegaban. Nos quitaron el balón. Formaron una barrera de cinco hombres que levantaba un muro entre nuestros defensas y la línea de creación. Nos asfixiaron. Ballack el moribundo salió como un titán y en pleno desconcierto la Selección no vio otra solución que patear el balón, rifarlo, negarlo.

Duró diez minutos, pero nos bastó para repasar las diapositivas de nuestros miedos. Suerte que el balón regresa a quien lo acaricia. Y España logró bajarlo, domarlo, activarlo. Con cada pase ganábamos en confianza y un par de conexiones la doblaban, y tres la triplicaban, y así avanzábamos, multiplicando y multiplicándonos.

Aviso.
A los 22 minutos se confirmó nuestra recuperación. Ramos penetró en territorio enemigo y buscó el área, templado. Allí, en el cráter del volcán, Torres se elevó hasta superar los dos metros eternos de Mertesacker. Su cabezazo pegó en la cepa del poste y el rebote burló a Xavi, que lo esperaba con un cazamariposas.

Ese palo hizo retumbar el Prater, porque nuestra afición también es distinta y canta más, y, sobre todo, es más feliz. Ya eran nuestros. Cesc lo señaló con un disparo lejano. Y acto seguido lo ratificó con un pase delicioso que se coló entre el orden prusiano de la defensa alemana. Torres arrancó con tanta desventaja que le perdimos de vista para tomar aliento y croqueta. Hasta que nos despertó el rumor. Torres pugnaba y vencía, Torres marcaba, España volaba. El primer mérito de El Niño fue la fe, luego la velocidad y, por último, la habilidad para sortear al defensa y batir al portero.

También con ese gol la historia cerraba un círculo. Se esperaba al gran Torres durante el campeonato y se le esperaba también en la Selección. Imagino que en esto, como en todo, Luis también tenía razón y era necesario exigirle al máximo para que llegado el momento nos diera lo máximo.

Alemania apretó en los últimos minutos de la primera parte y hay que agradecer su entereza a la defensa en general y a Marchena en particular, porque además de balones despejó tibias y cabezas.

En la segunda parte fuimos lo mejor de nosotros mismos. Desde la banda, Luis reclamó toque con ese gesto que consiste en sacudir las manos como quien se desprende de algo pegajoso, del miedo, de los complejos, de la historia negra. Y España se elevó hasta el infinito. Jugamos con una generosidad conmovedora, felices, geniales. Pudimos marcar más goles, dos, tres, quizá cuatro, yo al final ya no veía.

Que nadie se seque las lágrimas porque nos faltaban estas lágrimas, las que simbolizan un éxito colectivo que trasciende el fútbol, y algunos dirán que exagero, pero no tanto.

jueves, 26 de junio de 2008

España regala una sinfonía a Europa








El sueño ya es una realidad. Si hace un mes, cuando nos enganchábamos en estériles discusiones sobre los errores defensivos ante Perú y Estados Unidos, nuestra falta de punterías, las ausencias y demás cuestiones de Estado nos dicen que un día como hoy una orquesta española triunfaría en el país de la música, más de uno nos habría tachado de locos. Pero no, Luis, con sus defectos y virtudes, ha logrado algo que no se puede discutir: meternos en una final de la Eurocopa 24 años después. Y no sólo eso, lo ha hecho deslumbrando al Viejo Continente. Porque hay muchas maneras de entrar en una final. Alemania, nuestro rival, encarna la del resultado por encima de todo. Nosotros hemos apostado por el espectáculo y hemos obtenido igual premio. El domingo veremos qué propuesta sale triunfadora.

Pero volvamos a la sinfonía española en Viena. España tomó pronto el mando del choque ante unos rusos que no querían repetir su desafinado concierto de la primera jornada. Aunque salieron con Arshavin como jefe de operaciones, la defensa española pronto demostró que no estaba dispuesta a dejar ni un espacio. Sergio Ramos, increíblemente recuperado, hizo un partido excepcional, subiendo y bajando por su banda y secando a la estrella rusa, que pasó desapercibida.

Pero no todo podían ser buenas noticias y, además de no concretar el dominio en ocasiones, la desgracia se cebó en Villa. El goleador asturiano lanzó una falta desde veinticinco metros y su castigado cuádriceps no aguantó. Con lágrimas en los ojos el pichichi de la Eurocopa se retiró al banquillo, consciente de que se podía perder un momento histórico. Si algo bueno tiene este grupo es que le sobra calidad por arrobas. Así que en su lugar entró Cesc Fábregas, dispuesto a montar su show en el momento adecuado.


Momentos de desconcierto
La pérdida del compañero pareció aturdir a los de Luis, que estuvieron a punto de complicarse la vida en tres minutos malditos, pero San Iker salvó con una palomita un disparo envenenado de Pavlyuchenko y el propio ruso echó fuera un control a bocajarro en el único error de colocación de Marchena.

Superado el susto, España recuperó el pulso y llegó sin problemas al descanso. No sé qué les habría dicho Luis Aragonés en el vestuario a los suyos, pero se marcaron una segunda parte memorable, de ensueño, para enmarcar, inolvidable y todos los calificativos que se les puedan ocurrir.

Iniesta sacó petróleo de un balón insulso, se perfiló y disparó desde el vértice izquierdo. Xavi, un auténtico prodigio, supo cruzarse por el centro del área y desvió el esférico por debajo de un sorprendido Akinfeev. Delirio en el campo y las gradas.

Los rusos quedaron tocados y Cesc Fábregas cogió la batuta. El catalán se sacó de la chistera una asistencia para Torres, que disparó rozando el larguero. El aluvión rojigualda se tradujo en oleadas de Sergio Ramos por la derecha que el 'Niño' no acertó a rematar a la red y eso que lo intentó hasta con la rodilla.


Cambios precipitados, benditos cambios
Luis decidió dar algo de aire a sus jugadores, aunque quizá agotó demasiado pronto los cambios. Pero todo estaba de cara y le salió redondo porque uno de los jugadores a los que dio entrada, el 'arquero' Güiza, sentenció el choque. Otra genialidad de Cesc, que tocó con maestría en la frontal un balón por encima de la zaga, dejó solo al bermellón ante Akinfeev, bajó el balón con el pecho y se la picó al portero de forma excepcional. Güiza se fue directo al banderín y clavó su arquero al suelo provocando una orgía de felicidad en la grada.

La Roja siguió a lo suyo, deslumbrando a Europa con su toque excelso y así llegó el tercero. Otra vez Cesc, que hace fácil lo que para otros es un mundo, le puso un balón en bandeja a Silva y el canario encontró el premio a su gran torneo rematando raso y a placer el tercer tanto. Las lágrimas saltaron en los rostros de todos los españoles emocionados por la gesta que unos, los de las gradas, estaban viendo y otros, los del césped, están logrando.

Sólo Alemania nos separa de nuestro sueño... Pero a esta orquesta ya no se le resiste ninguna partitura.

sábado, 14 de junio de 2008

España, virtualmente, en cuartos de final




Villa apareció en el tiempo de descuento para dar la victoria a España ante Suecia (2-1) y ponerla con un pie en cuartos de final. La selección brilló en la primera media ahora de choque aunque sufrió en la última al no aprovechar el bajón en la segunda parte de Suecia que jugó los últimos 45 minutos del encuentro sin su estrella, Ibrahimovic que marcó el gol del empate y se quedó en los vestuarios en el descanso. España consiguió meter el gol de la victoria y de la tranquilidad gracias, curiosamente, a Villa, desaparecido durante todo el choque y que renació en tiempo de descuento para ponerse otra vez el traje de héroe. Antes, en el minuto 15, Fernando Torres había adelantado a la selección y parecía que iba a recoger el testigo del asturiano aunque Ibrahimovic torció una salida expecional de "la roja".

Durante los primeros 45 minutos, a Suecia no le importó que los hombres de Luis Aragonés controlasen el juego. El equipo de Lagerbäck se limitaba a esperar un contraataque, despejando de primeras o sacando el balón sin apenas intención de crear peligro. Y España castigó en el minuto 15, tras el primer saque de esquina. En una jugada de estrategia, Xavi botó el córner, Villa retrasó y Silva puso un balón templado que encontró la planta del pie de Torres. El balón entró llorando ante la impotencia del guardameta sueco, Issakson, y la afición roja estalló en Innsbruck. Primer gol de Torres, el regalo perfecto para su partido número 50 como internacional.


Suecia espabiló tímidamente y España se puso cómoda con el 0-1. Lagerbäck sabía que si el partido se quedaba en las botas de Xavi, Iniesta y compañía su equipo tendría poco que hacer, y pidió insistencia en la meta de Casillas. Aunque fuera a empujones. Y así, empujón a empujón, empezó a llegar el color amarillo al área española. Elmander, en el minuto 16, y Larsson comenzaron a picar en la defensa, agujereada por la ausencia de Puyol, que pidió el cambio por lesión. Pero fue Ibrahimovic, en el minuto 34, quien materializó la insistencia sueca. El bigardo del Inter de Milán aprovechó un centro para colarse en el área de España y puso en evidencia la línea defensiva de Aragonés, dejando a Ramos en el suelo y a Casillas lamentando que el balón se le escurriera del cuerpo en dirección a gol.
España recogió el aviso, pero se limitaba a despejar el balón sin controlarlo, dejando que la suerte lo colocara en los pies de Torres o Villa. Incluso Iniesta se contagió del derrotismo, cediendo la posesión a la defensa sueca. Al menos mantuvo el ataque. Llegó a la portería rival e incluso pidió penalti antes de que el árbitro pitara el final de la primera parte. Ramos, tras un gran recorte al borde de la línea de fondo, puso un balón perfecto a Silva, pero la poca altura del canario o la altura de los defensas evitaron el peligro, dejando al centrocampista por los suelos y los gritos en la grada.
Tras el descanso y sin Ibrahimovic, España no aprovechó el bajón físico y de ideas sueco. Lo intentó aunque ni Villa ni Torres estuvieron afortunados y regalaron las oportunidades. Y aunque parecía que "la roja" no podía fallar y los suecos estaban vencidos sin Ibrahimovic, un desafortunado Sergio Ramos hizo sufrir a España y Albiol -que sustituyó a Puyol que se retiró lesionado-, tampoco contribuyó a la tranquilidad de la selección que aunque mandaba no conseguía marcar y en la contra los suecos asustaban. En los últimos minutos, Torres parecía que iba a recoger el testigo de Villa aunque una y otra vez vez se estrelló contra la defensa amarilla. Y cuando parecía que España iba a sufrir, -y mucho- ante Grecia, apareció por primera vez en todo el encuentro Villa. Y España, respiró por fin.

miércoles, 11 de junio de 2008

Deco y Cristiano llevan a Portugal a cuartos


Los dos cracks lusos anotaron un tanto y dieron una asistencia cada uno. Portugal mereció la victoria aunque les costó desarrollar su juego. Sionko anotó el único tanto de una selección checa que agradó.

Con más problemas de los esperados sumó Portugal su segunda victoria. La selección lusa se vio sorprendida por una República Checa que ni mucho menos saltó al Stade de Genève a verlas venir. El planteamiento de Karel Bruckner, junto con el despliegue físico de sus hombres en la primera mitad, impidió que viéramos durante un buen rato a la Portugal del primer encuentro, pero comandados por un gran Deco y un Ronaldo que se entonó en el último tramo del choque, los de Scolari demostraron que tienen recursos para superar rivales incómodos como los de esta tarde.

El encuentro comenzó movidito. Deco adelantó a Portugal a los 8 minutos en una jugada con algo de fortuna. Primero una pared entre Ronaldo y Nuno Gomes que el delantero devolvió al sitio bueno pegándole de mala manera, un rechace de Cech que tras rebañar el balón al del United va a parar a los pies de Deco, que chuta primero contra las manos del guardameta y luego por debajo de las piernas de un defensor.

Portugal se encontró con un tanto que no había salido a buscar descaradamente. Estaban calentando motores cuando se vieron por delante en el marcador. No sabíamos si quiera como iba a plantear el encuentro Chequia. Portugal sí, los favoritos, y ellos lo son, imponen su estilo, o al menos lo intentan.

Pocos minutos fueron necesarios para disipar las dudas. Los hombres de Bruckner dejaron atrás la pobre imagen dada en el anterior encuentro ante Suiza, y sin la presión del debut y de enfrentarse a un equipo apoyado por todo un estadio, trataron de controlar el encuentro. A su modo. Es evidente que no tienen la clase lusa en el centro del campo, pero les sobra garra y, por lo visto tras un palo como el que se llevaron, también convicción.

El empate llegó a balón parado. No es ningún secreto que es el mejor arma de los checos, y lo aprovecharon a la salida de un córner. Sionko arrasó dentro del área y su cabezazo no encontró oposición hasta que llegó a la red. La defensa de Portugal estuvo muy flojita.

Habían pasado sólo quince minutos, y el empate pesó a los portugueses. Ninguno de ellos esperaba un encuentro tan complicado, menos tras el gol del inicio. La República Checa lo estaba bordando tácticamente, taponando el gran caudal creativo del rival, con un Moutinho desapercibido. Prácticamente borraron a Cristiano, iba perdiendo los nervios poco a poco y tenía algún roce con los defensas. Las bandas portuguesas apenas crearon peligro en la primera mitad. La mayor parte de las ocasiones llegaron por el centro y mediante disparos lejanos, los más claros, de Cristiano que atajó Cech, y de Deco que se marchó alto por poco.

Los checos por su parte seguían sorprendiendo. El equipo notaba la falta de un hombre como Rosicky, pero a falta de imaginación intentaban darle velocidad a las transiciones, ser verticales. A falta de Koller, no había un referente claro en el ataque, no había nadie que fijara a la defensa. A cambio se ganaba en movilidad. Baros, sin ofrecer ni de lejos su mejor versión, cumplió. Se movió por todo el campo y cayó a la banda para ayudar en la salida del balón y aprovechar su velocidad. Aprovechando sus armas, agotaron la primera mitad sin pasar más apuros.

Se impone la clase portuguesa

Portugal mejoró mucho en el arranque de la segunda mitad. Los de Scolari por fin empezaron a realizar su juego. Volvió el toque coherente y veloz, el juego por las bandas y Portugal fue metiendo al rival poco a poco en su campo. Cierto es que los checos parecieron salir más a mantener el empate que a buscar la victoria. Retrasaron la línea de presión y se limitaron a esperar atrás.

Deco y compañía lo agradecieron. La salida del balón se hizo más sencilla y en las inmediaciones del área, el aún jugador del Barcelona puso la chispa. Se puso las pilas Simao, que había hecho una primera parte muy pobre y Cristiano, aunque se desesperaba al ver que no le salía nada, lo intentaba todo.

Cuando el dominio portugués era ya total llegó el segundo tanto portugués. El tanto nació en por la derecha, donde Deco recibió el balón en un claro despiste de la defensa checa, y se inventó un gran pase a las botas de un Cristiano que golpeó de primeras. Cech, algo tapado, no pudo hacer nada. Se estrenaba la estrella del torneo, pero la figura del choque seguía siendo Deco, que era ya el dueño del encuentro.

Tras el tanto no tuvo Chequia tanta capacidad de reacción como en la primera mitad. Quedaba aún mucho tiempo por delante pero las ocasiones llegaron a cuenta gotas. La más clara se hizo esperar, en un remate de Sionko que Ricardo despejó a corner. Baros demostró la misma falta de gol que Nuno Gomes (escuchó algunos pitos al ser sustituido). Antes del pitido final los checos vieron como se incrementaba el castigo. De nuevo Deco se saca un gran pase que sorprende a todos y deja solo a Cristiano Ronaldo ante Cech. El '7' sólo tuvo que ceder el balón para que Quaresma anotara a placer. Encuentro sentenciado y los cuartos en la mano. Misión cumplida.

España 4 Rusia 1







El delantero del Valencia marcó con sus tres goles las diferencias en el debut de España en la Eurocopa. Cesc Fábregas logró el cuarto de España y Pavluychenko el único de Rusia. Villa se convierte en el máximo goleador del torneo.
Inmejorable comienzo de viaje de España por esta Eurocopa. Con este contundente triunfo sobre Rusia, que pagó su falta de pegada, se acaba el debate, si es que todavía alguien lo quería mantener vivo, sobre el 7 de España. Es Villa y después de su hat-trick nadie se atreverá a discutirlo.

Salió España a buscar el balón, a imponer ese toque que le ha traído hasta la Eurocopa y por primera vez en mucho tiempo le ha convertido en un equipo reconocible. Delante se encontró con una selección que también vive de la pelota, que la acaricia y la mima. Rusia sabe que el balón te devuelve todo lo que le das. Pero lo que no garantiza el toque es el gol. Te da el control y te permite mirar con alivio a tu defensa, pero no es suficiente para ganar.

La diferencia en el fútbol la establece el gol y el gol, esta vez, fue de España. Cuando dos selecciones juegan con las mismas armas, quien más lucidez tiene frente a la portería rival es el que marca las distancias. Y nadie pareció más lúcido en el Tivoli Neu que David Villa. El delantero del Valencia le quitó la ansiedad a España y le robó la ilusión a Rusia, un combinado que gustó y dejó detalles de equipo con clase y bien trabajado. Sin embargo, como le viene ocurriendo a España, su defensa no estuvo a la altura de su buen centro del campo. En ataque Pavlyuchenko se movió con inteligencia, se dejó caer a los costados y supo ganar la espalda de los centrales, en especial de Marchena, pero delantero del Spartak está un peldaño por debajo de su compañero Arshavin, el mejor futbolista que tiene Guus Hiddink a sus órdenes y que no pudo actuar por sanción.

Las críticas recibidas durante la fase de preparación para esta Eurocopa no afectaron a la Selección, que no traicionó su estilo y se mantuvo firme en sus convicciones. Hay una idea de equipo, de cómo se quiere llegar al gol. Esperemos que si se llega a la ruleta rusa de los cuartos, se mantenga igual de firme esta apuesta por un estilo propio, con independencia del rival.

Toque y espacios

La tocó España una y otra vez, abusando de los pases horizontales, sin arriesgar en los envíos, pero cuando todo invitaba a ver una Selección tan previsible como ante Estados Unidos, fue capaz de introducir una velocidad más, de romper el ritmo suave y demasiado pausado. Apareció esa variante que tanto se echaba de menos, ese pase en profundidad para romper la monotonía y presentar en sociedad en esta Eurocopa a Fernando Torres y David Villa. Capdevila se inventó un pase espectacular a Torres, que ganó el espacio con enorme facilidad a Kolodin, al que desparramó por el suelo con un recorte. Cuando sólo tenía delante a Akinfeev, el Niño le cedió el gol a Villa, que acompañó la jugada con inteligencia y comenzó a escanciar sidra en Austria.

El gol demostró que esta Selección vive del toque, pero se hace grande cuando tiene espacios por delante. Cuando Torres y Villa se sienten libres y retan por velocidad a sus marcadores. Y ahí, la aparición de los laterales se antoja tan fundamental como la de los centrocampistas. Volvieron a estar tímidos en las subidas Sergio Ramos y Capdevila, pero cuando se dejaron ver en campo ruso, el ataque lo agradeció. Conviene alabar el atrevimiento, aunque en ocasiones parezca excesiva osadía o temeridad, de Ramos en los pases largos. Es el único que se decide a intentar romper la defensa rival con un pase en diagonal.

Continuaron los rusos con su juego de toque, de paredes, de pase corto y dinámico, pero todo lo bueno que hicieron en la zona media no lo completaron en ataque. Construyeron bien y finalizaron mal. Todo lo contrario que España, que remató el partido cuando el reloj consumía sus últimos segundos del primer tiempo. En un contragolpe ejecutado con maestría, Iniesta conectó de forma magistral con Villa y éste definió al primer toque, como los buenos. Se acabó ahí toda la oposición de Rusia, que antes se acercó al gol con un remate al palo de Zyryanov.

Aparece Cesc

La segunda parte fue un ejercicio de impotencia de Rusia, incapaz de romper el sistema de defensivo de España, que se replegó para proteger a Casillas y sentenciar al contragolpe. Así llegó el tercero a falta de un cuarto de hora para el final, después de un pase de Cesc Fábregas que Villa convirtió en su tercer gol. Esta vez, las diferencias las marcó Villa, el 7 de España.

Había sustituido 20 minutos antes Cesc a Torres y con ese cambio recuperó España el dibujo que más le gusta a Luis, el 4-1-4-1. No se mostró mucho más Fábregas, que se movió por la derecha, pero tuvo tiempo de completar la cuenta de España con un tanto de cabeza en el tiempo añadido.

Dio aire Luis al equipo con la entrada de Cazorla por el intermitente Iniesta, tan genial en el pase que originó el segundo gol de Villa como ausente durante demasiadas fases del choque. Con todo decidido, Xabi Alonso reemplazó a Silva para ayudar a Senna en el control del balón.

El gol de Pavlyuchenko, casi al final, fue sólo una anécdota en este partido, pero un aviso para el futuro. Un córner muy mal defendido por toda la Selección permitió al delantero del Spartak celebrar un tanto que ya había merecido Rusia antes. Y es que la defensa y, en especial, los centrales volvieron a dejar algunas dudas. Puyol y Marchena sufrieron en el primer tiempo con los movimientos del espigado Pavlyuchenko y con las diagonales de Sychev, Zyryanov y Bilyaletdinov. En la segunda parte, todo fue más cómodo para España.

martes, 3 de junio de 2008

domingo, 1 de junio de 2008

En Benjamines: Campeones

CD FABERO 3
CD CUBILLOS 2



En juveniles: Subcampeones

CD FABERO 0
CD CUATROVIENTOS 5


martes, 27 de mayo de 2008

PODEMOS!!!!!




FINAL DE COPA BENJAMIN

FINAL DE COPA JUVENIL



PODEMOS!!!!!!!!

Resultados





lunes, 26 de mayo de 2008

domingo, 25 de mayo de 2008

A la final

CD FABERO 4
CD GARDEN 1

viernes, 23 de mayo de 2008

Guia para el fin de semana

Empezamos el sabado con nuestro equipo benjamin disputando las semifinales de copa, partido unico.





Tras la derrota cosecha por nuestro equipo juvenil, el sabado pasado, en Ponferrada. Nuestro equipo necesita remontar ese 1-0 contra el CD Garden

Todos con nuestro equipo juvenil. Recordamos que la cita es el sabado, 17:30 horas en el municipal de Fabero.

DOMINGO 25 MAYO 2008
18.00 h.
Trofeo Corpus Christi
Campo Municipal

CD FABERO
CD SANTA MARTA